En 2011, Google anunció sus primeras gafas de RA, pero su tecnología aún no estaba adaptada y en la era del tiempo. En efecto, a pesar de una ficha técnica muy atractiva (cámara, wi-fi, micrófono, panel táctil en una patilla), las aplicaciones aún no eran lo suficientemente potentes como para integrarlas en estas gafas. Además, existía un problema de privacidad, ya que la gente podía hacer fotos y vídeos de cualquier persona sin su conocimiento. Cuando se lanzaron las Google Glass, el gigante estadounidense se dio cuenta de que este proyecto aún no estaba listo ni era eficiente y el público no estaba allí por el precio y la falta de interés. En enero de 2015, Google decidió detener la producción y venta de sus gafas de realidad aumentada sin dar una fecha de relanzamiento.

A pesar de este fracaso, dos años después, Google anunció que sus equipos estaban trabajando en unas nuevas gafas de realidad aumentada que estarían destinadas a las empresas, pero que aún no querían lanzarse al mercado de consumo.

Así que hoy Google anuncia el lanzamiento de sus gafas de realidad aumentada. De momento es muy difícil saber si este proyecto funcionará, pero lo cierto es que con la evolución de la RA y otras tecnologías, Google está en el camino correcto para competir en este mercado.